Actualización Programática
En marzo se cumple un año del lanzamiento de la fase 1b.3 en Colorado, que le permitió el acceso a la vacuna a los trabajadores esenciales de primera línea en las industrias de la alimentación y la agricultura, así como a las personas mayores de 60 años, y a las personas de 16 a 59 años con dos o más afecciones de alto riesgo. Durante ese año, el Project Protect Promotora Network (PPPN) ayudó a los trabajadores y a las familias de las comunidades agrícolas con la facilitación de más de 18.000 citas de vacunación, incluyendo la primera dosis, la segunda dosis y los refuerzos. En marzo y abril del 2022, los 63 directores regionales de la red, los promotores y los organizadores comunitarios, continuaron distribuyendo mascarillas, desinfectantes para las manos, kits de pruebas rápidas del COVID-19 y otros artículos de cuidado. Como se detalló en el último informe (de enero y febrero del 2022), el inicio del 2022 vio la mayor oleada de COVID-19 hasta la fecha, con la variante Ómicron extendiéndose rápidamente por Colorado y el país. Aunque la tendencia de datos demostró un desplome de los casos positivos y las hospitalizaciones en febrero y marzo, sabemos que hay una historia que no se cuenta en estas cifras: el periodo de recuperación. Mientras que el llamado COVID-19 a largo plazo se ha discutido desde el 2020, recientemente se ha hablado más de Condiciones Posteriores al COVID (PCC, por sus siglas en inglés). En las comunidades rurales, donde hacer una cita médica presenta numerosas barreras (como se ha discutido en informes anteriores), el seguimiento del cuidado médico puede ser casi imposible. La Red es capaz de ayudar a estas personas y familias con lo que necesiten mientras se recuperan.
Durante los meses de marzo y abril, la Red mantuvo 11,504 conversaciones, 8,047 de ellas con trabajadores agrícolas, lo que supone un promedio de 183 y 128 conversaciones por miembro del equipo, respectivamente. Durante este tiempo hubo un incremento de un 41.6% en el número de conversaciones directas con trabajadores agrícolas, lo que coincide con la llegada de nuevos trabajadores para las labores agrícolas de primavera, como la poda de árboles frutales, la preparación del suelo, la reparación e instalación del riego y la plantación de cultivos, entre otras cosas.
Aunque los índices de COVID-19 han disminuido, sigue habiendo preocupación por la pandemia en las comunidades a las que servimos. Concretamente, los promotores distribuyeron la mayor cantidad de pruebas del COVID-19 hasta la fecha, con 2,586 pruebas repartidas entre marzo y abril. Parte de este aumento del 223% puede atribuirse a la llegada de trabajadores agrícolas para la temporada, sin embargo, muchas de estas pruebas se realizaron en trabajadores agrícolas que están en Colorado todo el año. Los promotores también distribuyeron 5,990 mascarillas y 2,238 unidades de desinfectantes para las manos y productos higiénicos, al igual que en los 2 meses anteriores. Es evidente que, a pesar de la disminución de los índices de COVID-19, las comunidades continúan utilizando los recursos de la Red para mantenerse sanos. A pesar de estas precauciones, los efectos de la pandemia han sido bien documentados y los promotores distribuyeron 2,708 cajas de alimentos y 1,944 abrigos y ropa de exterior para ayudar a los trabajadores agrícolas que llegaron sin la protección adecuada contra el calor y el frío.
Independientemente de la cantidad de artículos que los promotores puedan dar, hay una segunda necesidad a la que se hace referencia continuamente en los datos recogidos: la necesidad de una asistencia directa mayor a la que la Red pueda proporcionar de inmediato. En 2022, La Red se convirtió en socio oficial del Left Behind Workers Fund (Fondo de los trabajadores Rezagados, LBWF por sus siglas en inglés) que es una colaboración entre organizaciones comunitarias, filántropos y el sector público que "ayuda a los trabajadores sin documentación a acceder a subvenciones en efectivo y asistencia para el alquiler lo más rápido posible en momentos de necesidad.”Este fondo fue puesto en marcha en el 2020 como una respuesta a la recesión impulsada por el COVID-19. Los efectos del COVID en la salud de una persona están correlacionados con su situación económica, por lo que este fondo tiene la capacidad de aliviar algunas situaciones económicas que, de otro modo, podrían agravar esta disparidad en la salud. La respuesta de la comunidad ha sido abrumadoramente positiva: las regiones participantes completaron rápidamente sus cuotas encontrando a las personas que cumplían con los requisitos.
Left Behind Workers Fund (LBWF)
El alivio económico del LBWF fue importante para que un selecto grupo de promotores completara el entrenamiento sobre el proceso de calificación y solicitud. El 24 de febrero, se le asignó a Project Protect Food System Workers las primeras 200 plazas de solicitantes. En una semana, muchos promotores ya habían cumplido con su cuota inicial de solicitudes y se enfrentaban a listas de espera cada vez mayores. La sra. Esperanza Saucedo, quien inicialmente tenía una cuota de 15 candidatos, explicó,
Aprendí que los fondos del Left Behind Workers Fund ya son muy limitados y hay muchas personas que todavía necesitan de esta ayuda, hay mucha necesidad en la comunidad. Estoy creando una lista de espera para tenerla preparada para empezar a asistir a personas en cuanto haya más fondos. La lista de espera es muy larga, casi ya 40 personas en la lista. [Southeast, 3/3/2022, 15077]
A medida que se completaban las cuotas, los promotores notaron que la noticia se difundía rápidamente y llovían las referencias de amigos y familiares que ya habían experimentado el boom del LBWF. Buscando siempre ayudar a su comunidad, los promotores encontraron formas creativas de garantizar que la mayor cantidad de personas estuvieran conectadas con estos fondos. Por ejemplo, el equipo del Sureste refirió regularmente a los solicitantes a otros promotores dentro de la región que tenían plazas disponibles. En la región Norte 2, a menudo se conectan con los Boards of Cooperative Educational Services (Juntas de Servicios Educativos Cooperativos, BOCES por sus siglas en inglés) locales para referir a los trabajadores no agrícolas que califican para LBWF. En uno de los casos, un beneficiario previo de LBWF, refirió a una mujer que estaba emigrando de Nicaragua a la Sra. Eneida Ramírez para que la ayudara. La Sra. Eneida Ramírez explicó la situación,
“La Sra vive en el área de Greeley tiene varias facturas en colección porque estuvo enferma y también tuvo que enfrentar su divorcio pagando el abogado. Ella es estilista indocumentado y por COVID-19 tuvo que parar de trabajar, por lo cual solicito ayuda para LBWF. Trabajar con María Castillo de BOCES y referirle su caso, además se habló telefónicamente con la Sra para dejarle saber que aunque nosotros no podemos tomar su caso lo referimos a otro programa para que ingresen su solicitud.” [North2, 15504, 3/23/2022]
Referirle este caso a BOCES no solo fue beneficioso para el solicitante, sino también para las otras organizaciones comunitarias en el terreno, cada una de las cuales tiene sus propias misiones y comunidades a las que sirvir.
Como con la mayoría de otras actividades de divulgación, la ayuda con el proceso de solicitud es un aspecto clave para una divulgación exitosa. La Sra. Lucía Gaspar explicó el proceso que condujo a la solicitud en sí,
“Hice el primer contacto con [NOMBRE DEL TRABAJADOR] en marzo 6 para preguntarle si estaba interesado en solicitar el LBWF, dijo que sí. [NOMBRE DEL TRABAJADOR] necesitaba algo de tiempo para reunir sus talones de cheques y preguntó si podíamos hacerlo en persona, ya que necesitaría ayuda.Nos reunimos [en 3/13] para completar su solicitud para el LBWF”. [SLV, 15395, 3/13/2022].
Además de guiar a los solicitantes a través de los materiales requeridos, los promotores también brindan conocimientos tecnológicos y habilidades que los solicitantes puedan carecer. Es común que los promotores informen que ayudan a personas mayores y de la tercera edad a superar dificultades con la tecnología. La Sra. Esperanza Saucedo dijo lo siguiente de un desafío que enfrentaba frecuentemente “la falta de acceso a la tecnología hace que estas aplicaciones tarden mucho para poder terminarlas, especialmente para las personas de la tercera edad”. [Sureste, 16508, 27/4/2022]
Además, el trabajo de los promotores no terminaba al someter la aplicación, muchos comprendieron que además se necesitaría más ayuda después de presentar la solicitud. A veces se necesitaba ayuda debido a errores o equivocaciones en el sistema de datos o a erratas en la solicitud, pero con mayor frecuencia los solicitantes necesitaban ayuda con tarjetas de débito o con instituciones bancarias para acceder al dinero que se les había emitido. La Sra. Soraya León relata una situación en la que se demoró la asistencia económica y ella tuvo que brindar apoyo adicional,
“Tuvo que esperar más de una semana para poder obtener la ayuda económica. Se había referido a la Sra. para obtener ayuda económica del Fondo de los trabajadores olvidados, pero hubo un error en la forma de envío por Western Union pues escribieron mal el nombre. Se comunicó del error al personal correspondiente y se dio seguimiento. Se le recomendo donde cobrarlo para no tener más demoras o inconvenientes.” [Norte2, 16640, 4/27/2022].
Después de encontrar muchas situaciones en las que el solicitante necesitaba asistencia después de solicitar, los promotores comenzaron a ayudarlos con esto automáticamente. La Sra. Lucía Gaspar comenzó a decirles a los solicitantes que la llamaran cuando recibieran su tarjeta de débito por correo para ayudarlos con el proceso de activación. [SLV, 16527, 04/13/2022]
Mantener la comunicación de lo que se hace es una práctica importante en el trabajo comunitario. El trabajo de divulgación de la Red no es una excepción, pero la forma en que esto ocurre diferencia a PPPN de otras organizaciones que hacen un trabajo similar. Por ejemplo, la Sra. Lucía Gaspar informó que recibió llamadas de solicitantes, a los que ayudó, para informarle de que habían recibido el dinero del LBWF y para expresarle su gratitud por la ayuda. Si bien esto puede parecer un acto pequeño, demuestra la fuerza de la confianza y el respeto que la red ha luchado para cultivar durante 19 meses. Mantener la comunicación puede ser un proceso recíproco y equilibrado, no una acción jerárquica.
Mirando al Futuro
A medida que se acercan los meses de verano, la red se prepara para recibir una gran cantidad de fuerza laboral temporal y migrante. Los trabajadores solicitan con frecuencia recursos materiales como botellas de agua reutilizables, guantes de trabajo, cubrecuellos, camisetas de manga larga, gorras, calcetines, bloqueador solar y kits de higiene como formas de cuidar su propia salud física. Project Protect Food System Workers está dispuesto a recibir donaciones tanto financieras como materiales que apoyen esta labor. Ya en mayo hemos visto una tendencia al alza en la incidencia de casos positivos y hospitalizaciones. El New York Times advierte que “se cree que el impacto total de este aumento es aún mayor de lo que sugieren estas cifras. Dado que muchas infecciones no se contabilizan en los informes oficiales de casos, los casos que se anuncian actualmente cada día probablemente captan sólo una parte del número real de víctimas". La pandemia no ha terminado y estamos entrando en nuestro tercer verano – Sabemos lo que se necesita en nuestras comunidades y pedimos apoyo para continuar.
Este informe ha sido elaborado por Kassandra Neiss y Mark Ludke. Contribuciones de Esperanza Saucedo, Eneida Ramírez, Lucía Gaspar y Soraya León.
15 de mayo de 2021
Para más información, póngase en contacto con:
Kassandra Neiss
Activista de Datos y Administradora de Sistemas | Frontline Farming
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